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¡Aoi recibió sus nalgadas por no avisar que este artículo y/o sección contiene SPOILERS!
En realidad, Uzui nalgeó a Aoi debido a que este artículo o sección contiene spoilers. Abstente de leer si no quieres arruinarte la sorpresa y si eres de aquellos que siguen el manga o solamente el anime.
Akaza (猗窩座,,Akaza?) fue un Demonio que perteneció al grupo de las Doce lunas demoníacas ostentando la posición de la Luna Superior tres. [2]Mientras era un humano, su nombre era Hakuji (白磁,,Hakuji?)
Como Demonio, Akaza retuvo su apariencia humana y tomó la forma de un joven musculoso con una piel tan clara que parece blanca brillante teñida de verde, decorada por una masa de gruesas líneas azules, que se asemejan a los tatuajes criminales que tenía cuando era humano. Las líneas en su rostro se curvaron a través de cada uno de sus ojos desde debajo de las orejas hasta las sienes, otra línea azul que se extiende desde el centro de la línea del cabello hasta el puente de la nariz, con dos líneas más que corren alrededor de su cuello, otras tres líneas se ramifican hacia el lado inferior a su torso. La línea central corría directamente por su pecho hasta la mitad de su estómago, y las otros dos se bifurcaban a los lados a cada lado de su pecho para unirse a las otras dos líneas, este mismo patrón de tres líneas también se repite alrededor de su cintura. En sus brazos había líneas que corrían por la parte delantera de sus hombros que se encontraban con dos más, que rodeaban sus bíceps, antes de continuar bajando hasta sus muñecas, debajo de las cuales se podía ver que cada uno de sus dedos también es azul oscuro. Con sus uñas de color naranja, sus dedos también comparten esta apariencia inusual. Sus cejas son delgadas, sus pestañas así como su cabello que es corto y sin flequillos el cual deja al descubierto su frente, son de un color rosa claro y sus ojos tienen una esclerótica fragmentada de coloración azul y sus irises son amarillas. En las irises tiene su numeración indicativa de su posición como la luna creciente número tres dentro de las Doce lunas demoníacas. Su atuendo es bastante simple; solo vestía con un haori corto, sin mangas, de color rosa púrpura oscuro que estaba cortado en su cintura, dejado abierto para exponer su pecho, que estaba decorado con un patrón cuadrado en la espalda. Debajo de esto, lucía un par de pantalones blancos holgados que se enrollaba justo debajo de la rodilla con un cinturón de cuerda azul para asegurarlos en su cintura. Akaza prefiere ir descalzo, pero lleva una cadena de grandes perlas redondas alrededor de cada uno de sus tobillos.
Humano
Cuando era humano, su pelo era negro y sus ojos eran azules. Sus pestañas eran casi del mismo tono de color en su forma de Demonio. Él vestía con un kimono desgastado debido a su condición de pobreza extrema inicialmente. A raíz de los delitos que cometiera, tenía marcados en sus brazos tres líneas circulares que lo identificaban como un delincuente. Posteriormente vestía un uniforme de artes marciales de color blanco.
Personalidad
Akaza se caracteriza por ser un Demonio impulsivo, obstinado y fuerte con la idea de que debe luchar contra oponentes fuertes y disfrutar del combate, lo que se reafirma con el placer que le produce enfrentarse a Cazadores de Demonios, especialmente aquellos que ostentan la posición de un Pilar. Desprecia a cualquiera que considere débil, pero respeta genuinamente a aquellos que son fuertes a sus ojos, independientemente de si es Humano o Demonio. Una vez que conoce a alguien que considera fuerte, exige saber su nombre y no se detendrá hasta que lo descubra; recuerda todos los nombres que ha comprometido con la memoria como tributo a su fuerza.
Akaza tiene una necesidad psicológica profundamente arraigada de volverse más fuerte, y no se lleva bien con sus compañeros de las Lunas Superiores debido a que los ve como rivales. Es especialmente antagonista hacia las dos lunas superiores que mantienen una posición jerárquica sobre él, Doma y Kokushibo, arremetiendo contra Doma y prometiendo matar a Kokushibo. Incluso después de ser golpeado y decapitado durante su pelea contra Tanjiro y Giyu Tomioka, se mantuvo tercamente y continuó luchando a pesar de no saber por qué quería más poder.
Como humano, Hakuji poseía la misma personalidad obstinada con un gran corazón y resistencia. Valoraba a los demás más que su propio bienestar, y se odia a sí mismo por tener una vida "llena de palabras y promesas vacías". Incluso después de convertirse en un demonio y perder sus recuerdos de su vida humana, partes de los recuerdos de Hakuji influyen en las decisiones de Akaza; se niega a devorar mujeres, a pesar de saber que lo haría más fuerte si lo hiciera. Su odio hacia las personas débiles y cobardes proviene de la corrupción de sus recuerdos humanos, donde un dojo rival envenenó el pozo de su dojo porque nunca pudieron vencerlo.
Relaciones
Humanas
Su padre: Para Hakuji, su padre era muy importante para su vida. Cuando éste enfermó, no dejó de cuidarlo; sin embargo, debido a la situación precaria en la que vivían, Hakuji se desesperó y comenzó a robar para obtener el dinero suficiente para comprar la medicina que necesitaba su padre; desgraciadamente cuando él se entera de su tercer arresto, su padre termina suicidándose al no soportar la vergüenza de tener un hijo inmerso en la delincuencia; en su carta de suicidio, explica que él eligió esa solución antes que aceptar una medicina comprada de forma dudosa. Aquello desesperó más a Hakuji e hizo que le guardara un gran rencor hacia la sociedad por la vida tan dura que tuvo que vivir. En sus últimos momentos, siendo Akaza, recordó a su padre y le pidió perdón por los problemas que le ocasionó.
Keizo: Su maestro en el estilo de lucha Sōryu y a su vez su futuro suegro. Le enseñó un propósito en su vida a través de sus enseñanzas en artes marciales y también contrajo una deuda personal con él luego de salvar a su hija enferma y posteriormente entregarla en matrimonio con Hakuji. Cuando fue asesinado junto con Koyuki por el dojo rival que quería adueñarse de sus tierras, Hakuji estalló: asesinó a los sesenta y siete alumnos del dojo con sus puños al grado de dejarlos irreconocibles.
Koyuki aparece en los últimos momentos de la vida de Akaza, consolandolo a pesar de las atrocidades cometidas por él.
era el amor de su vida a quien juró proteger luego de salvarla de una terrible enfermedad. Hakuji y ella tenían mucho en común ya que sus respectivos padre y madre se suicidaron y tenían una meta en la vida. La idea de un posible matrimonio con Koyuki fue suficiente para que Hakuji pudiera enderezar su vida tras ser ayudado por Keizo y su amada; desgraciadamente el juramento que le hizo bajo unos fuegos artificiales nunca llegaría a hacerse realidad ya que ella sería asesinada junto con su padre, lo que en última instancia lleva a Hakuji a perder la razón y asesinar a los responsables de su muerte perdiendo con la pérdida de su amada, sus ganas de vivir... Hasta la aparición de Muzan. La influencia de Koyuki en él es tal que siendo Akaza y tras ser decapitado, su espíritu logró convencerlo de desistir de luchar contra Tanjiro y Giyu.
Como Demonio
Muzan Kibutsuji: Cuando supo de lo ocurrido en el dojo de Kenjutsu, Muzan se dirige allí movido por la curiosidad ya que no envió Demonios a ese lugar, pero al saber que un humano fue el causante de la masacre, Muzan se decepcionó; inmediatamente al ver a Hakuji, supo de inmediato que él fue el autor de la matanza. Su primera reacción fue atravesar el cráneo de Hakuji quien estaba sin ganas de vivir, a lo que Muzan le propuso unirse a su causa como un miembro de las Doce lunas demoníacas. Hakuji aceptó y desde ese momento se convierte en Akaza. Esclavizado por el vínculo de sangre de Muzan y sin recordar su vida humana, Akaza obedece sin cuestionar sus caprichos; debido a sus capacidades, Muzan utiliza a Akaza para misiones especiales como fue el caso de asistir a Enmu quien fuera derrotado por Tanjiro, Nezuko, Inosuke, Zenitsu y Kyojuro Rengoku. A pesar de reprender a Akaza por su fracaso inicial tanto en encontrar el Lirio de la Araña Azul como en asesinar a los Cazadores que acompañaban al Pilar que mató, Muzan lo considera un activo muy valioso, teniendo su enfrentamiento final en la Fortaleza Dimensional Infinita.
Doma & Kokushibo: Akaza ve a los dos Demonios que lo superan en poderío como sus rivales, más que a sus superiores. Akaza no duda en amenazar de muerte a los dos ante la menor provocación, motivado por sus recuerdos como humano llegando tan lejos como desmembrar e incluso arrancarle la cabeza a Doma por solamente tocarlo. Kokushibo incluso reconoce el increíble potencial de Akaza al punto de enfurecerse y cortar unos pilares al sentir su muerte. Doma apenas se inmutó cuando sintió la muerte de Akaza y no expresó mayor interés en él.
Historia
Pasado
Hakuji nació en condiciones muy precarias, siendo cuidado por un padre que estaba gravemente enfermo por el cual se preocupaba mucho. Desesperado por dinero para la medicina de su padre, Hakuji comenzó a cometer delitos como carterista, con tan mala suerte que fue detenido en tres ocasiones; a la tercera, sus brazos fueron marcados con líneas que lo identificaban como un criminal y tras ser duramente azotado, el magistrado a cargo lo amenazó con ordenar que sus manos fueran amputadas si lo volvían a arrestar [Nota 1]; además de que no dejaba de referirse a él como un "niño demonio" por sus colmillos que aparecieron en él desde que nació. Luego de su tercer arresto, Hakuji se entera de que su padre se suicidó al saber de este hecho colgándose en su casa. En su carta de despedida, él le dijo a su hijo que lamentaba la decisión final que tomó pero que prefería la muerte antes que aceptar una ayuda suya de una forma tan deshonesta.
Huérfano, sin un hogar al cual poder regresar y marcado como un delincuente por sus tatuajes en sus brazos, el joven abandonó Edo[Nota 2]; Hakuji guardó un profundo resentimiento hacia la sociedad por la vida que le tocó en la cual no pudo conseguir la medicina que pudo salvar la vida de su padre a lo que, enfurecido y frustrado, comenzó a buscar peleas por todos los lugares donde pasaba. En una de esas peleas en la cual casi mata a golpes a siete hombres adultos, conocería a un hombre experto en artes marciales que tenía un dojo en ese pueblo a quien se atrevió a desafiar al molestarse por su actitud alegre y despreocupada; su nombre era Keizo. Sin dificultades, Keizo vence a Hakuji.
Keizo lo acogió para poder cuidar a Koyuki, la enfermiza hija de Keizo. Su madre, su anterior cuidadora, se suicidó ahogándose en un río debido al estrés y Keizo tuvo que trabajar en trabajos de mantenimiento para sobrevivir, por lo que a Hakuji se le encomendó atenderla. Ya acostumbrado a atender a su padre, tuvo pocos problemas para atenderla, aunque lo encontraba incómodo cada vez que ella se echaba a llorar. Una de esas veces, sin que él lo supiera, la había motivado indirectamente diciéndole que "habrá un año próximo" para ver los fuegos artificiales.
Hakuji y Koyuki se sonrojan con la propuesta de Keizo.
Tres años después, Koyuki ya tenía buena salud, podía pararse y hacer las tareas domésticas. Hakuji continuó entrenando como alumno de Keizo del estilo Soryu, y el dojo comenzó a crecer. Un día, Keizo le ofreció a Hakuji hacerse cargo del dojo, y tomar a Koyuki como su prometida, para sorpresa y vergüenza de Hakuji. Estuvo de acuerdo, prometiendo en silencio protegerlos a ambos, incluso a costa de su propia vida. En un festival, Koyuki le contó sobre su pasado, preguntándole si estaba realmente de acuerdo con la propuesta, a lo que reafirmó sus votos, prometiéndole protegerla por el resto de su vida.
Trágicamente, este voto fue de corta duración. Hizo un corto viaje para visitar la tumba de su padre e informarle sobre su matrimonio, pero rápidamente se dio cuenta de que algo estaba mal a su regreso. Un estudiante del dojo le informó que su dojo rival de kenjutsu, que siempre había buscado adueñarse de los terrenos que eran propiedad de Keizo y le impedía conseguir estudiantes hasta la llegada de Hakuji, había envenenado el pozo del que Koyuki y Keizo bebían agua. Los dos murieron poco después de beber esa agua mientras Hakuji había estado fuera.
Muzan convierte a Hakuji en un Demonio.
Enfurecido, Hakuji tomó la justicia en sus manos y mató a los sesenta y siete miembros del dojo rival con sus propias manos, pulverizándolos hasta el punto en que sus cadáveres ya no eran reconocibles. Este incidente llamó la atención de Muzan y, aunque estaba decepcionado al descubrir que había sido un humano en lugar de un demonio quien había hecho un acto tan horrible, decidió convertir a Hakuji en una de las Doce lunas demoníacas; Hakuji, sin nada que proteger y tras haber perdido su voluntad de vivir, acepta y se convierte en el demonio Akaza.
Después de convertirse en un demonio, perdió sus recuerdos de la época en que dejó de ser humano, con un solo deseo de volverse más fuerte a pesar de no saber la razón por la que quería volverse fuerte. A pesar de esto, como señaló Doma, se negó a comer o dañar a las mujeres. Debido a su fuerza, Muzan solo lo envió a misiones especiales, como la búsqueda del Lirio de la Araña Azul.
En su primera aparición en la historia, la primera acción de Akaza es atacar directamente a Tanjiro quien se recuperaba de la lucha contra la primera Luna inferior, Enmu lo que obliga a Kyojuro a usar su estilo de llama número dos para cortarle la mano al Demonio la cual regenera posteriormente tras obligarlo a retroceder. [3]
Akaza regenera la herida que Kyojuro le ocasiona.
Kyojuro siente temor ante el encuentro con una Luna Superior, reconociendo la sensación que generaba encontrarse cara a cara con un individuo de esa clase, pero manteniendo la compostura, Rengoku le pregunta cuál es la razón de atacar a un humano herido a lo que Akaza responde que Tanjiro es solamente una interferencia entre los dos y su objetivo era él desde el comienzo a lo que Kyojuro no se deja intimidar y comenta que a pesar de ser la primera vez que lo ve, ya lo odia.[4] Akaza le responde a Kyojuro que ver a Tanjiro en ese estado debilitado solamente le genera asco ya que no tolera que un humano sea tan débil ante él, a lo cual Kyojuro le responde que ambos tienen un concepto y escala de valores y moralidad diferentes. [5] Akaza finalmente le hace a Kyojuro una propuesta: convertirse en un Demonio ya que se interesó mucho en él pues ha visto que su poder está muy cercano al suyo. Akaza intenta hacer que Kyojuro sucumba a sus tentaciones afirmando que si se convierte en un Demonio, sus poderes podrían seguir aumentando ya que la principal desventaja de los humanos es que estos envejecen y mueren. [6] Kyojuro rechaza las tentaciones del Demonio, contestando sabiamente que una de las cosas más hermosas del ser humano es precisamente el hecho de que sean criaturas fugaces que mueren al envejecer y lo que los humanos llaman fuerza, es precisamente algo que no está relacionado con sus cuerpos. [7] A continuación Kyojuro observa a Tanjiro quien intenta levantarse para ayudar al Pilar, y le responde a Akaza que no le falte el respeto pues Tanjiro es un chico que no es débil ante lo cual reafirma su postura de que ambos, él y Akaza son muy opuestos en cuanto a escala de valores y moralidad por lo cual rechaza su ofrecimiento de convertirse en Demonio. [7]
Ante la negativa de Kyojuro, Akaza arremete contra el pilar, ya que está dispuesto a matarlo si no aceptaba la propuesta. Akaza afirma que de todos los Pilares que ha asesinado, era la primera vez que se enfrentaba a uno de la llama y no podía comprender a Kyojuro pues según él, su humanidad lo colocaba en decadencia a pesar de su talento con la espada, a lo que Kyojuro trata de contraatacar acercándose lo más posible al Demonio para evadir sus brutales golpes. Sin embargo, Akaza gracias a su regeneración puede soportar sin problemas los ataques de Kyojuro al que deja gravemente herido. Sin embargo, Kyojuro no se rinde y trata de poner todo su esfuerzo en un último ataque con su noveno estilo de llama; Akaza también utiliza uno de sus mejores ataques para responder a Kyojuro provocando una devastadora explosión que lo arrasa todo.
Cuando la nube de polvo se disipa, Akaza ha atravesado el pecho de Kyojuro al que deja mortalmente herido. Ante ese cuadro, Akaza le insiste en que se convierta en Demonio para salvar su vida y continuar esta lucha por siempre, pero el Pilar se mantiene firme en sus principios y en lugar de entregarse a las tentaciones de Akaza y tras recordar una última conversación con su madre poco antes de su muerte, Kyojuro usa sus fuerzas restantes en empujar su Nichirin contra el cuello de Akaza con el fin de cortar su cabeza, pero el Demonio intenta evitarlo atravesando su cabeza con su otro brazo, pero este ve cómo Kyojuro evita a duras penas su ataque parando su puño con la otra mano dejando a los dos oponentes forcejear entre sí;
aquello fue visto de cerca por Tanjiro e Inosuke quienes intentaron auxiliar a su superior para retener a Akaza lo suficiente para que los rayos del sol lo incineren ya que estaba amaneciendo. Desesperado, Akaza trata de luchar y en un último recurso, termina arrancándose los brazos para escapar. Encolerizado y producto de la impotencia, Tanjiro le arroja su Nichirin al pecho gritándole a Akaza que era un cobarde y que el ganador de la lucha fue Kyojuro ya que se mantuvo firme en sus convicciones hasta el final. El demonio consigue escapar pero logró asesinar a un Pilar.
Akaza hace acto de presencia ante Muzan quien adoptó esta vez la apariencia de un niño pequeño para informarle acerca de sus hallazgos del Lirio de la Araña Azul el cual no pudo localizar por más que buscó[8]; no obstante le informa que tuvo éxito asesinando a uno de los pilares. Enfurecido ante el fracaso de Akaza por no encontrar la planta, pero más por el hecho de que permitiera que el resto de los Cazadores huyeran, ya que se encontraba cerca cuando Enmu estaba luchando para que lo asistiera, Muzan suprime a Akaza mentalmente haciendo que sus poros comiencen a sangrar a lo que Akaza no se resiste,[8] pero Muzan decide perdonarle la vida esta vez, ya que sabe que es un activo eficaz en su lucha contra los Cazadores de Demonios. Luego de eso, Akaza quien recuerda lo que Tanjiro le dijo, toma la Nichirin que éste le arrojó la cual estaba clavada a un árbol cercano y la destruye, jurando que lo matará si lo vuelve a ver.[8]
Después de que Daki y Gyutaro fueran asesinados, Muzan convoca a las lunas Superiores restantes para discutir la situación que se les venía encima y son instruidos por Muzan para que actúen con una devoción mucho mayor a su causa.
Poderes y habilidades
Habilidades humanas
Resistencia más allá del límite humano - Antes de ser transformado en un demonio, Akaza (Hakuji) demostró resistencia sobrehumana a la edad de 11 años mientras soportaba palizas que podrían hacer que un hombre adulto se entumeciera (100 palizas) y se ganara el título de "Niño demonio".
Fuerza sobrehumana - A los 11 años, ya era capaz de pelear con hombres adultos que lo doblaban en altura y fuerza y para cuando cumplió 18 años, su fuerza era mucho mayor gracias a su entrenamiento en el estilo Soryu pudiendo decapitar y desmembrar personas con gran facilidad valiéndose solo de sus puños. Muzan llegó al grado de pensar que esto fue obra de un Demonio.
Estilo Soryu (素流式,,Soryū Shiki?) - Un estilo de artes marciales basado en puños y patadas desnudos que Keizo le enseñó cuando vivía con él y cuidaba a Koyuki. Lo usó para matar a los estudiantes de Kenjutsu con facilidad y probablemente fue la inspiración de su estilo de destrucción total cuando se convirtió en Akaza.
Habilidades como demonio
Siendo la Luna superior número tres, Akaza posee mucha más fuerza y resistencia que un demonio convencional. La prueba de su poder está en el hecho de haber matado al Pilar de la llama, Kyojuro Rengoku mientras intentaba convencerlo de que se convirtiera en un Demonio. Su fuerza está plenamente confirmada cuando asevera que en el pasado asesinó a otros Pilares además de Kyojuro. Posteriormente fue capaz de sostener un combate en igualdad de fuerzas con Tanjiro y Giyu a los cuales pudo superar fácilmente, incluso cuando ambos Cazadores usaban sus marcas y Tanjiro usaba la Danza del Dios del Fuego. De no ser por el hecho de que perdió su espíritu de lucha tras ser decapitado, ambos Cazadores habrían sido asesinados.
Regeneración: Como todos los demonios, Akaza puede regenerarse de heridas que para un humano pueden ser potencialmente mortales. Pudo regenerarse a partir de las heridas de cortes infligidas por Tanjiro y Rengoku e incluso perdió las extremidades por las heridas infligidas por Giyu con poco esfuerzo. Durante su batalla contra Giyu y Tanjiro, su regeneración evolucionó aún más. Pudo sobrevivir incluso después de que le cortaron la cabeza y luego pudo regenerar una nueva, una hazaña que solo Muzan y Kokushibo han logrado.
