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La Ira de Kibutsuji: El Aroma de la Sangre Encantadora (鬼舞辻の癇癪・幻惑の血の香り,,Kibutsuji no Kanshaku・Genwaku no Chi no Kaori?) es el décimo cuarto capítulo de la serie manga Kimetsu no Yaiba, escrita e ilustrada por Koyoharu Gotoge. Es el séptimo capítulo del segundo volumen del manga.
Fue lanzado 23 de mayo del 2016 en la Edición Nº 25 de 2016 de la revista Shūkan Shōnen Jump de Shueisha.
El capítulo comienza con una multitud de personas rodeadas viendo la escena donde el demonio ataca a su propia esposa. La mujer grita sin entender lo que sucede. Tanjiro corre, salta sobre él para apartarlo y le coloca una tela en la boca al demonio. La mujer mira a su esposo preocupada y Tanjiro le pide que no se preocupe y que se dedique a sanar su herida. Muzan aprovecha la situación y le dice a su esposa que es peligroso, que deberían irse de lugar.
Tanjiro no puede abandonar a la mujer y a su esposo. Desde lejos, visualiza a Muzan y lo amenaza diciendo que lo perseguirá y le cortará la cabeza. Muzan siente una ira inexplicable al ver los aretes del joven cazador. En ese momento, tiene un recuerdo de un hombre con los mismo aretes de Tanjiro y que dice las mismas palabras.
La policía llega para intervenir y le piden a Tanjiro que se quite, pero este no podía ya que el demonio podría atacarlos. De repente, un demonio aparece y usa su técnica de sangre de demonio, creando así, una ilusión para ayudar al chico cazador.
Tanjiro percibe su olor y observa a los dos demonios frente a él, un chico y una mujer. La mujer le dice que ella es un demonio y una médica, y que también quiere acabar con Muzan.
La escena cambia y se aprecia a Muzan despidiendo a su familia, alegando que aún tiene asuntos pendientes con su trabajo. Sigue su camino por un tipo de callejón solitario y se cruza con uno hombres. Éstos se tropiezan con Muzan y se molestan por no haberse movido del camino. Muzan se disculpa, provocando la ira del joven e intenta robarle sus pertenencias. Muzan se da la vuelta y lo golpea.
El otro chico, que era su hermano, se acerca le pregunta qué le hizo a su hermana, la chica que estaba con ellos dice que está muerto. Muzan no se apiada y golpea con una fuerte patada al chico que le estaba reclamando, luego se acerca a la chica, clava su dedo en la frente de esta y le transfiere de su sangre. El cuerpo de la chica no lo soporta y se desintegra.
Por último, Muzan chasquea los dedos y dos demonios se arrodillan ante él, y este les da la orden de que deben acabar con Tanjiro.